Destroyer – ‘Kaputt’

16 01 2011

Lanzamiento: 25 de Enero de 2011
Genero: Indie Pop
Sello: Merge
Productor: David Carswell / John Collins

Dan Bejar lleva quince años escribiendo, elegante y retorcido, centenares de canciones retorcidas y elegantes. Este canadiense, prolífico, tarde o temprano, con su banda principal, Destroyer, tenía que dejar caer su masterpiece. Quince años no es tarde.

‘Kaputt’ es un disco arriesgado. Es una apuesta arriesgada en una década que no le corresponde, en un sonido que hoy para muchos es un chiste. No imagino otra producción que vuelva a los ‘80, al smooth y al acid jazz, a las flautas y saxos y sintetizadores, que no sea el de una vieja gloria caída que quiere revivir algo que para los demás es anacronismo o patetismo. ‘Kaputt’ cumple lo que propone y lo cumple con creces. Destroyer se propone meterse en un viaje a buscar un sonido que se había perdido y lo consigue.

Es asombroso como ‘Kaputt’ suena clásico y moderno al mismo tiempo, como es retro pero no deja de tener una temática actual y sentirse de este siglo, de sentirse inmediato. Es asombroso como puede estirar y doblar el tiempo. Es asombroso como el espíritu de Bowie observa desde lejos y con aprobación, pero sin interferir, el buen desarrollo de la ambiciosa obra de Bejar. Letras nostálgicas y oníricas, duras y sinceras, crípticas a veces y a veces fatalmente geniales (‘chasing cocaine through the backrooms of the world’) y un sonido orquestal que parece directamente extraído de un lugar oscuro y cálido que sabemos que es nuestro pero que nunca terminamos de encontrar nos tratan de explicar todos esos asombros. Podemos entenderlo o seguir asombrados, el goce es el mismo.

‘Kaputt’ empieza con un sueño narrado con el sensible y sedoso ritmo del jazz moderno que flirtea con la electrónica: ‘Chinatown’. Este tema presenta el disco de forma cabal y le pone la temperatura y el setting a los cincuenta minutos de experiencia que le siguen.

Esto no habla de uniformidad o de chatura. Todo en el disco tiene, inequívoco, su tiempo y espacio particular; cada track, cada momento de cada track, continúa a lo anterior y te prepara para lo que sigue (parece tan sencillo así escrito que sorprende). ‘Suicide Demo for Kara Walker’ (la más ambiciosa y lograda de las composiciones del álbum) es una devastadora experiencia de teclados, sintetizadores y vientos que dura ocho minutos y medio en los que la susurrante voz de Bejar nos impone una realidad que aceptamos y compartimos.

‘Savage Night at the Opera’ o ‘Downtown’ nos ponen en la misma atmósfera que ‘Chinatown’ nos prometió en un comienzo: esa atmósfera de ladrillo y anuncios de neón y aire nocturno, un saxo tenor comiéndose a la luna y una voz que pulula en inquietudes a las que no siempre acertamos a ponerles nombre.

‘Blue Eyes’ es, tal vez, el más accesible de los tracks del álbum (‘Poor in Love’ se le hace amiga en este aspecto), radiable, con adorable voz femenina y la sensación de que la banda ya sabe que todo lo propuesto va a cumplirse. ‘Kaputt’ y ‘Song for America’ inyectan funk a la mezcla en los momentos justos.

‘Kaputt’ cierra con otro sueño, ‘Bay of Pigs’, que dura poco más de once minutos, contado con pulsante parsimonia al comienzo y con groove y fuerza al final, dándonos en los últimos cinco minutos del track y del álbum la razón ineludible para poner repeat all, para volver a tratar de descifrar ‘Kaputt’, para dejarlo que se meta dentro nuestro. Para que nos modifique.

9 de 10

Review by Fernando Urralburu.


Actions

Information

One response

16 01 2011
Bloodycherrylips

Al empezar a escuchar, automáticamente me sentí transportada a un mundo onírico, lleno de palabras francas y llenadoras. Es una fusión retro hermosa. Funk, jazz, sintentizadores y una hermosa voz!, combinación que para mi deleite nunca falla.
Totalmente elegante y perdurable.
Se metió dentro mío.. y cuánto lo agradezco!

Leave a comment